viernes, 22 de julio de 2016

La amistad según Aristóteles.

De la serie "How I met your mother". Sorry por no encontrar una imagen mejor. Imagen vía: seriestv.hola.com


Para el filósofo francés André Comte-Sponville, los capítulos VIII y IX de la “Ética nicomáquea” de Aristóteles “son quizás lo más bello que se ha escrito sobre la amistad.”

Partiendo de estas impresiones, hemos querido presentar un resumen de esos capítulos de la “Ética…” y conocer, así, lo que pensaba este gran filósofo griego sobre la amistad.

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Aristóteles considera que existen tres tipos de amistad: la amistad por utilidad, la amistad por placer y la amistad de los buenos.

1. Amistad por utilidad y amistad por placer:

Para Aristóteles, la amistad por utilidad es aquella en la que se ama al otro en tanto que se obtiene una utilidad (o beneficio) de éste (el otro me es necesario para conseguir un fin). Lo mismo ocurre en la amistad por placer, que se da en función del placer (o satisfacción) que me produce la presencia del otro. Aristóteles critica estos tipos de amistad:

“Los que aman a causa de la utilidad aman motivados por lo que es bien para sí mismos, y los que aman debido al placer lo hacen por lo placentero para sí mismos y no en cuanto a que el otro sea la persona amada, sino en cuanto a que el otro es útil o placentero... Por eso dichas amistades no pasan de ser accidentales; porque la persona amada no lo es por sí, sino por proporcionar algún bien o placer.

Tales amistades se anulan fácilmente si las partes no continúan siendo lo mismo, porque si una de ellas deja de ser placentera o útil, la otra cesa en su voluntad (de mantener la amistad).”

2. La amistad de los buenos:

La amistad perfecta –señala Aristóteles- es la existente entre las personas de bien; porque éstas se desean bien recíproco por ser ellos mismos buenos.”

“Los que desean el bien de su amigo son los amigos más verdaderos; porque obran así por propia naturaleza y no accidentalmente (por interés); por lo tanto, su amistad dura cuanto dura su bondad, y la bondad es cosa que perdura (en ellos).”

A diferencia de la amistad por utilidad y la amistad por placer, en la amistad de los buenos ocurre algo muy singular: la reciprocidad. En la verdadera amistad, sostiene Aristóteles, los amigos reconocen mutuamente la “buena voluntad (de la amistad)” y el “deseo de bien para con el otro”.

“Este género de amistad es perfecto, tanto respecto de la duración como en lo referente a todo lo demás, y por esta amistad cada uno de ellos obtiene del otro lo mismo que da, o algo semejante a lo que da, que es lo que debe acontecer entre los amigos.”

Un punto interesante que resalta Aristóteles en la amistad de los buenos es que esta amistad es la única en la que uno defenderá al otro ante posibles calumnias de terceros.

“La amistad de los buenos es la única que puede enfrentar la calumnia, pues no es fácil creer lo que alguien diga de un amigo al que uno tiene por largo tiempo experimentado, y únicamente entre los buenos hallaremos la confianza y el afecto que dice ‘nunca me engañará’ y todo lo demás que se exige a una verdadera amistad.”

Y esto porque:

Entre las personas de bien existe confianza mutua, seguridad de que nunca serán injustos uno con el otro, y todos los otros requisitos de la verdadera amistad. En los otros tipos de amistad, por el contrario, no hay impedimento alguno para el surgimiento eventual de esos males.”

La práctica de la bondad: característica por excelencia en la amistad de los buenos:

La amistad por utilidad o la amistad por placer “abunda en quejas y reproches” puesto que es una amistad basada en el “interés propio”. Esto no ocurre en la amistad de los buenos, donde la práctica de la bondad constituye la esencia misma de esa amistad:

Los que son amigos por la bondad se empeñan en hacerse el bien uno al otro como es propio de la virtud y de la amistad; y entre los que rivalizan por hacerse el bien no puede haber reproches ni disputas.

Nadie toma a mal que se le quiera ni que se le otorguen favores, más bien, si es agradecido, se desquitará haciéndole el bien al otro. Y el que se adelanta en hacer bien al otro no por eso se quejará de su amigo, pues ha conseguido lo que quería, desde el momento en que ambos (se) desean el bien.”

La exclusividad de la verdadera amistad:

“No es posible ser amigo de muchos con amistad perfecta ni tampoco amar a muchos a la vez... La amistad tiene algo de exceso, y los sentimientos excesivos por naturaleza no se orientan sino a una sola persona”, afirma Aristóteles.

“A esto se debe que no podamos amar a muchos; el amor es idealmente una especie de exceso de amistad, y sólo puede sentirse por una persona; por lo tanto, también la gran amistad puede sentirse únicamente por pocas personas.”

Y sentencia con su tan famosa y conocida frase:

“Los que tienen muchos amigos y tratan íntimamente a todos se cree no son amigos de nadie.”

Conclusión:

Como hemos podido observar, para Aristóteles existen tres tipos de amistad. La amistad por utilidad o por placer es una amistad temporal, pues, como señala él mismo, “los que son amigos motivo de utilidad (o de placer) se separan cuando desaparece la ventaja, porque lo que amaron no fue la persona, sino el beneficio”.

En cambio, la amistad de los buenos es la más perfecta de todas porque nace de la bondad misma de estas personas y tiende a la práctica de la bondad para con el otro, y esta bondad es recíproca y no conoce límites. Es, además, una amistad duradera, porque la bondad siempre perdura en las personas buenas.

La amistad de los buenos es, finalmente, exclusiva, puesto que no se puede amar a varios con la misma intensidad. Pretenderlo sería negar la esencia misma de la amistad.

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