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El papa Francisco presidiendo la liturgia del Miércoles de Ceniza. Imagen: vía info7.mx |
El papa Francisco concelebró ayer, en la Basílica de San Pedro, la liturgia del Miércoles de Ceniza dando inicio, así, a la Cuaresma.
A través del portal web de ACI Prensa, hemos podido conocer la homilía del Papa del que resaltamos algunas citas importantes.
1. Cristo conoce nuestras debilidades.
“Porque
Cristo sabe cuán frágiles y pecadores somos. Conoce la debilidad de
nuestro corazón, lo ve herido por el mal que hemos cometido y sufrido,
sabe cuánta necesidad tenemos del perdón, sabe que es necesario que nos
sintamos amados para realizar el bien. Solos no podemos hacerlo.”
2.
Dios es infinita misericordia.
“Dios es más grande que
nuestro corazón. Él vence el pecado y nos levanta de la miseria
si nos confiamos a Él.”
3.
El peligro convivir con el pecado.
“Puede haber algunos obstáculos que cierran las puertas
del corazón: está la tentación de blindar las puertas, o sea de convivir con el
propio pecado, minimizándolo, justificándonos
siempre, pensando que no somos peores que los demás, y de esta manera se
bloquea la cerradura del alma y
permanecemos encerrados en nosotros mismos, prisioneros del mal.”
4.
La vergüenza del pecado no debe convertirse nunca en miedo.
“Otro obstáculo es la
vergüenza de abrir la puerta secreta del corazón. La vergüenza, en realidad, es
un buen síntoma porque indica que queremos cortar con el mal. Sin embargo, no debe jamás transformarse en
temor o miedo.”
5.
El pecado nos aleja de Dios, del prójimo y de uno mismo.
“Es necesario regresar
porque nos hemos alejado. Es el misterio del pecado. Nos hemos alejado de Dios,
de los demás y de nosotros mismos.”
6.
La tentación de “tener”.
“Cómo nos cuesta hacer el
bien verdadero, mientras que somos
atraídos y seducidos por tantas realidades materiales, que finalmente
desaparecen dejándonos pobres.”
7.
Las tres medicinas que curan el pecado.
a)
La oración: “La oración es expresión de apertura y de
confianza en el Señor. Es el encuentro personal con Él, que reduce las distancias creadas por el pecado.
Rezar significa decir: “No soy autosuficiente, tengo necesidad de Tí. Tú eres
mi vida y mi salvación."
b)
La caridad: “Para superar la extrañez en relación a los
demás. El amor verdadero, de hecho, no es un acto exterior, no es dar algo en modo
paternalista para calmar la conciencia, sino
aceptar a quien tiene necesidad de nuestro tiempo, de nuestra amistad, de
nuestra ayuda. Es vivir el servicio, venciendo la tentación de
complacerse.”
c)
El ayuno: “La penitencia
para liberarnos de las dependencias en relación de aquello que pasa y ejercitarnos para ser más sensibles y
misericordiosos. Es una invitación a la simplicidad y al compartir,
quitar algo de nuestra mesa y de nuestros bienes para reencontrar el
bien verdadero de la libertad.”
8.
Invitación a vivir la Cuaresma.
“La Cuaresma sea un tiempo
de auténtica “podadura” de la falsedad, de la mundanidad, de la indiferencia,
para no pensar que todo está bien y que yo estoy bien, para entender aquello
que cuenta no es la aprobación, la búsqueda del éxito o del consenso, sino la
limpieza del corazón y de la vida para reencontrar la identidad
cristiana, es decir el amor que sirve, no el egoísmo que se sirve.”