lunes, 8 de febrero de 2016

Cuando una relación se termina: El luto.

¡Supéralo! Imagen: webpsicologos.com

El último fin de semana tuve la ocasión de conversar con una amiga, muy brevemente, sobre el luto, o duelo, que ocurre comúnmente luego de que se termina una relación. Fue una conversación interesante, aunque dejé algunos cabos sueltos durante la discusión y que me gustaría precisar, luego de las lecturas respectivas, en este post.

Ya. Dímelo: ¿Qué es luto?

(Anota que ya no me detengo). El luto “es la manera natural en que nos despojamos de toda esperanza para aceptar los hechos y hacer que el principio de realidad se imponga sobre el principio del placer” (Walter Riso, “Manual para no morir de amor”). En otras palabras, el luto es el proceso de aceptación de que la otra persona se marchó y para siempre, y que ya nunca va a volver.

Una consultita: ¿Cuánto dura el tiempo de luto?

Según Walter Riso, el tiempo de luto dura entre “seis meses y un año” (ibíd.). Para otros autores, como Santiago Rojas (“Alíviate el corazón roto”), dura incluso menos (“hasta seis meses”). Esto dependerá, sobre todo, de la persona que atraviesa el periodo de luto o duelo. Sin embargo, si el periodo de luto excede el año, necesariamente hay que acudir a un profesional.

Ya me metiste terror: ¿Cuáles son los síntomas?

Los síntomas del luto son diversos y se manifiestan de acuerdo a las etapas del luto. Veamos.

Primera etapa: Ocurre inmediatamente después de que se ha recibido la noticia de la separación. “Hay un embotamiento de la sensibilidad, el sujeto se siente aturdido e incapaz de entender lo ocurrido (puede durar horas o semanas)” (Walter Riso, ibíd.). En esta etapa, el sujeto manifiesta “tristeza, mortificación y angustia de ser abandonado” (Santiago Rojas, ibíd.).

Segunda etapa: “Se caracteriza por el anhelo y la búsqueda: la persona no acepta que la pérdida sea permanente. Aquí pueden aparecer manifestaciones como llanto, congoja, insomnio, pensamientos obsesivos, sensaciones de presencia de la persona ausente, cólera, rabia, en fin, se intenta restablecer inútilmente el vínculo que se ha roto. Es una etapa de ansiedad y desesperación, en la cual el sujeto no quiere darse por vencido (puede durar de dos a tres meses)” (Walter Riso, ibíd.).

Tercera etapa: “Pese al dolor, el sujeto acepta la pérdida. Ve las cosas como son y obviamente se agudiza la tristeza (puede durar entre dos y tres meses). Si la persona se queda en esta etapa, sobreviene la depresión y con ella un trastorno conocido como duelo crónico o trastorno de adaptación, que requiere de ayuda profesional.” (Walter Riso, ibíd.).

Cuarta etapa: “Comienza la fase de reorganización, donde se comienza a renunciar de manera definitiva a la esperanza y el individuo recupera la iniciativa y las ganas de vivir. Aquí es cuando los viejos regalos, las cartas de amor y las canciones se hacen definitivamente a un lado.” (Walter Riso, ibíd.).

Antes de irme a jugar Dota: Conclusiones.

El luto es un estado natural del ser humano que ésta atraviesa cuando termina una relación, “es importante vivirlo y dejarlo fluir” (Walter Riso, ibíd.).

Si bien es cierto que el luto es una época de dolor, no por ello hay que vivir encerrado en el dolor. “Puedes salir, conocer gente, estar con amigos y divertirte como se te dé la gana: procesar la pérdida y vivir normalmente no son incompatibles” (Walter Riso, ibíd.).

Finalmente, todo depende de ti. Saldrás más rápido de la fase de luto mientras más rápido aceptes que tu relación terminó. No hay fórmulas mágicas para esto, solo la voluntad de superarlo, “y mañana verás que es mejor olvidar que llorar por amor” (José Luís Perales).





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