martes, 2 de febrero de 2016

Mensaje del papa Francisco para la Cuaresma 2016.

El papa Francisco imponiendo la ceniza a su cardenales. Imagen: sanpedrosiero.wordpress.com


El tiempo de Cuaresma, este año 2016, comenzará el 10 de febrero en toda la Iglesia Católica. Para prepararnos para este tiempo litúrgico, el Vaticano ha publicado, el 26 de enero, la carta del papa Francisco en el que invita a reflexionar este tiempo de Cuaresma que se acerca, y que, además, da paso a la Semana Santa.

A continuación, publicamos algunos extractos de la carta del papa Francisco dirigida a todos los fieles cristianos del mundo entero.

1. Dios es el Dios de la misericordia.

“El misterio de la misericordia divina se revela a lo largo de la historia de la alianza entre Dios y su pueblo Israel. Dios, en efecto, se muestra siempre rico en misericordia, dispuesto a derramar en su pueblo, en cada circunstancia, una ternura y una compasión visceral, especialmente en los momentos más dramáticos, cuando la infidelidad rompe el vínculo del Pacto y es preciso ratificar la alianza de modo más estable en la justicia y la verdad.”

2. La misericordia de Dios nos invita también a ser misericordiosos.

“La misericordia de Dios transforma el corazón del hombre haciéndole experimentar un amor fiel, y lo hace a su vez capaz de misericordia. Es siempre un milagro el que la misericordia divina se irradie en la vida de cada uno de nosotros, impulsándonos a amar al prójimo y animándonos a vivir lo que la tradición de la Iglesia llama las obras de misericordia corporales y espirituales. Ellas nos recuerdan que nuestra fe se traduce en gestos concretos y cotidianos, destinados a ayudar a nuestro prójimo en el cuerpo y en el espíritu, y sobre los que seremos juzgados: nutrirlo, visitarlo, consolarlo y educarlo.”

3. Los pobres deben ser los primeros en recibir las obras de misericordia.

“En el pobre, en efecto, la carne de Cristo se hace de nuevo visible como cuerpo martirizado, llagado, flagelado, desnutrido, en fuga... para que nosotros lo reconozcamos, lo toquemos y lo asistamos con cuidado”

4. El amor al dinero nos aleja del amor al prójimo y, por último, del amor a Dios.

“Y actualmente también pueden mostrarlo las estructuras de pecado vinculadas a un modelo falso de desarrollo, basado en la idolatría del dinero, como consecuencia del cual las personas y las sociedades más ricas se vuelven indiferentes al destino de los pobres, a quienes cierran sus puertas, negándose incluso a mirarlos.”

El mensaje completo del papa Francisco, aquí:

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