jueves, 8 de octubre de 2015

De Bielorrusia con cariño. Svetlana Alexievich, Nobel de Literatura 2015.

La bielorrusa Svetlana Alexievich (la pronunciación sería: Sviatlana Alieksiyévich) ha ganado, hoy, el Premio Nobel de Literatura 2015 “por sus escritos polifónicos, un monumento al sufrimiento y al coraje en nuestro tiempo”, así lo anunció la secretaria permanente de la Academia Sueca, Sara Danius.

Svetlana Alexievich, de 67 años, es escritora y periodista. Sus textos están catalogados como “a medio camino entre el reportaje y la literatura con lo que consigue acercarse más a la sustancia humana de los acontecimientos.” En efecto, su libro “Voces de Chernóbil” (único traducido al español y de la cual pude leer un pequeño fragmento publicado en el portal web del diario “El País” de España) nos narra el desastre nuclear ocurrido el 26 de abril de 1986 en esa ciudad ucraniana. Sin embargo, Alexievich no se contenta con solo presentarnos datos fríos de lo ocurrido o el número de sus víctimas, sino que nos narra en primera persona (en este caso, en la voz de la mujer de uno de los bomberos, los primeros que acudieron a la fábrica nuclear ni bien ocurrida la explosión) la angustia y el drama que vivieron las víctimas de la radiación. Aquí un fragmento:

Él empezó a cambiar. Cada día me encontraba con una persona diferente a la del día anterior. Las quemaduras le salían hacia fuera. Aparecían en la boca, en la lengua, en las mejillas... Primero eran pequeñas llagas, pero luego fueron creciendo. Las mucosas se le caían a capas..., como si fueran unas películas blancas... El color de la cara, y el del cuerpo..., azul..., rojo..., de un gris parduzco. Y, sin embargo, todo en él era tan mío, ¡tan querido! (…)
¡Lo quería tanto! ¡Aún no sabía cuánto lo quería! Justo nos acabábamos de casar... Aún no nos habíamos saciado el uno del otro...
(Fuente: Página web del diario “El País”).
Este collage entre reportaje y literatura (“reportaje literario”, dirán los expertos) le permite a Alexievich hacernos “sufrir” con los hechos que ella está contando, y nos permite, al mismo tiempo, ponernos en los zapatos de quienes tuvieron que vivir en la vida real (“la realidad objetiva”, dirá Vargas Llosa) estos dramas.

Podemos decir que la literatura de Svetlana Alexievich es una literatura de denuncia. Denuncia que la misma Alexievich nos convence indirectamente  a hacer a través de la identificación o compasión con los personajes que ella nos presenta en sus libros. Así, Alexievich ha escrito sobre la Guerra de Afganistán, la desintegración de la URSS, el papel de la mujer soviética en la Segunda Guerra Mundial.

“Lograr este premio es algo grande. Es algo del todo inesperado y casi una sensación inquietante. Pienso en los grandes autores rusos como Boris Pasternak", ha declarado Alexievich a la prensa tras el anuncio de la Academia Sueca.

Ahora nos queda esperar su discurso de aceptación del Premio Nobel que tendrá lugar el 10 de diciembre en Estocolmo. En la ceremonia de premiación, el mismo Carlos XVI Gustavo, rey de Suecia, le hará entrega de este premio  que, además del diploma y la medalla de oro que recibirá de manos del rey, está dotado de unos 860 mil euros otorgados a la ganadora. No obstante, el dinero no es lo más importante para un escritor o escritora como Svetlana Alexievich, sino que su mayor interés está en que su obra sea conocida (y la publicidad del Nobel sí que lo hará) y que sus libros ocupen las bibliotecas de miles de lectores alrededor del mundo, incluso allá en los rincones del orbe, como es el caso del que escribe estas líneas.

Facebook

Comentario