domingo, 18 de octubre de 2015

Verónika, tú sí.



Para quienes estamos cansados de los narcoindultos de Alan, del fujimorismo de Keiko, de los lobbies de Kuczynski, la candidatura de Verónika Mendoza resulta ser una luz de esperanza en estas elecciones presidenciales.

¿Por qué decimos esto?, ¿qué diferencia a Verónika Mendoza de los políticos tradicionales que hemos mencionado líneas arriba y sobre quienes recaen serios cuestionamientos? En estos siguientes fotochecks (no hemos encontrado otra forma para hacerlo) te lo vamos a explicar mejor.

1. Alan García.

Sobre Alan García pesará siempre el tema de los narcoindultos (basta revisar los comentarios en redes sociales para conocer el sentir popular al respecto). Y aunque ahora diga que sobre eso debe responder Miguel Facundo Chinguel (entonces presidente de la comisión de gracias presidenciales [que es un cargo de confianza, a propósito]), lo cierto es que García firmó esos narcoindultos. Sus más acérrimos defensores lo justifican sosteniendo que el indultar es una facultad constitucional y que lo hizo con el fin de reducir la sobrepoblación en las cárceles. Pero, vamos, ¿por qué necesariamente tuvo que indultar también a narcotraficantes? ¿Es que acaso no habían otros reclusos por delitos mucho menores que el narcotráfico?

Otro tema que llama seriamente la atención sobre Alan García es el caso Gerald Oropeza (presunto narcotraficante y militante del partido aprista). Durante el gobierno de García, SERGERO S.A.C (empresa de la familia de Gerald Oropeza) firmó contratos millonarios con varios organismos del Estado (entre ellos, el Ministerio Público, por ejemplo). Más aún, en un audio encontrado en el celular de Gerald Oropeza éste se jacta que “su tío Alan” lo protege y que “toda la batería” del tío Alan está a su disposición. Obliga la pregunta: ¿El “tío Alan” del que habla Gerald es Alan García?

2. Keiko Fujimori.

Luego de su nuevo discurso en la Universidad de Harvard, Keiko Fujimori intenta lavarle la cara al fujimorismo. Pero no se puede negar que durante el gobierno de su padre ocurrieron hechos lamentables y criminales como las esterilizaciones forzadas a más de 200.000 mujeres (en su mayoría, mujeres indígenas). Keiko, en este caso, responsabiliza solo a los médicos que practicaron estas esterilizaciones pero no reconoce que estos crímenes fueron parte de la política de Alberto Fujimori en su “lucha contra la pobreza”.

El fujimorismo justifica el Autogolpe del 5 de abril del 92. Kenji Fujimori, por ejemplo, sostiene que el autogolpe cometido por su padre fue una “medida excepcional” y no un atentado contra el Estado de Derecho, como en realidad fue.

Lo último relacionado con el fujimorismo y Keiko es la censura de la página de La República en Facebook por la publicación de una investigación periodística sobre los familiares prófugos de Keiko. Se le acusa a los llamados “fujitrolls” (grupúsculo de fanáticos fujimoristas que atacan por las redes sociales a los opositores del fujimorismo) de ser los responsables de esta censura. Y aunque el fujimorismo ha salido a decir que ellos no están detrás de esta censura, lo cierto es que tampoco han reprochado a los responsables de esta censura a la libertad de prensa.

3. Pedro Pablo Kuczynski.

Muchas acusaciones caen sobre PPK. Pero la más grave de todas es su pasaporte norteamericano. En efecto, preocupa porque, para poseer la nacionalidad norteamericana, PPK ha tenido que jurar lo siguiente: “Renuncio absolutamente y por completo, y abjuro [detesto] toda lealtad y fidelidad, a cualquier Estado o soberanía extranjera de quien o de cual haya sido sujeto o ciudadano antes de esto. Apoyaré y defenderé a la Constitución y las leyes de los Estados Unidos de América contra todo enemigo extranjero y nacional.”

¡Kuczynski ha renunciado a su fidelidad y lealtad al Perú!

Según declaraciones de la misma Verónika Mendoza, PPK ha actuado en el MEF (cuando fue Ministro de Economía) y en la PCM (cuando fue Primer Ministro) dando más interés a sus clientes personales que al Perú.

Hay que recordar, además, que Kuczynski prometió en las elecciones pasadas renunciar a su ciudadanía norteamericana, lo cual no hizo ni ha hecho hasta ahora.

4. Verónika Mendoza.

Este 4 de octubre, Verónika Mendoza ganó las elecciones internas del Frente Amplio (elecciones a la cual cualquier peruana o peruano podía ir a votar llevando solo su DNI) que la eligió como la candidata de dicho frente para la Presidencia de la República. Es decir, no fue escogida por su apellido ni porque tiene plata ni porque el partido es suyo. Verónika ganó porque así lo decidieron los más de 30.000 peruanas y peruanos que fuimos a votar aquel domingo.

A diferencia de Alan, Keiko y PPK, que proponen casi lo mismo y prometen más de lo mismo, Verónika Mendoza ha marcado distancia con su discurso: “Yo me considero de izquierda en el sentido de que reivindico la defensa de lo público antes que de lo individual, en el sentido en que reivindico la justicia social y, por lo tanto, la igualdad de oportunidades.”

En efecto, Verónika propone un Estado más participativo en las políticas públicas que establezca reglas claras para que no se cometan abusos, excesos y se respeten los derechos de los ciudadanos en términos laborales, ambientales y sociales.

Y ante quienes sostienen que Verónika Mendoza es joven y que su juventud va a afectar su desempeño político, les suelta la siguiente joyita: “Hay otros que efectivamente tienen mucha más experiencia, pero experiencia en robar, experiencia en indultar narcotraficantes, experiencia en hacer negocios a través del Estado para las empresas a quienes asesoraron. Llevo, además, diez años en política, cuatro años en el Congreso, soy presidenta de la Comisión de Descentralización, conozco el Estado, sé cómo funciona y sé lo que hay que hacer para transformarlo y para ponerlo al servicio de la gente.”

No tiene por qué ser Keiko, no tiene por qué ser Alan, no tiene por qué ser Kuczynski: no tiene que ser el mal menor. Es el turno de una mujer, de una mujer joven como Verónika Mendoza. ¡Infórmate sobre ella!

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