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| No me cansaré de ver esta película. Imagen: es.doblaje.wikia.com |
Luego de toda la fiesta de la Noche Buena, después de intercambiar regalos y la tan esperada cena de Navidad en familia. Luego de todo eso, el 25 de diciembre suele ser un día “más tranquilo”. Es feriado, se pasa todo el día en familia, se suele visitar a los familiares, o, también (y aquí el motivo de este post), se acostumbra ver una película navideña.
Una de las que más me gusta ver
“Hombre de Familia” nos
cuenta la historia de Jack Campbell (Nicolas Cage) y Kate Reynolds (Téa Leoni).
Jack y Kate son novios. Sin embargo, Jack ha recibido una beca para estudiar en
Londres, lo que despierta la angustia de Kate, pues piensa que la distancia acabará
con su relación. Aunque Jack le promete a Kate que volverá, esto no ocurrió
así. Trece años después de su partida, vemos a un soltero Jack siendo un
próspero ejecutivo en Wall Street.
Una noche, la noche víspera
de Navidad, Jack se cruza con un hombre misterioso que cambiará su vida para
siempre. Jack le cuenta al hombre que no necesita nada en esta vida, que prácticamente
lo tiene todo. Pero Jack recibirá una lección por ello.
Al día siguiente, Jack
despierta estando casado con Kate y siendo padre de dos niños. Ante la sorpresa
y la confusión, Jack huye y se encuentra con el hombre misterioso que le
explica qué es lo que está ocurriendo: Jack está viviendo una “ojeada”, un “qué
hubiera ocurrido si hubiese continuado su relación con Kate.”
La “nueva vida” de Jack
supone un reto para él. Lejos de su ostentosa vida en Wall Street, Jack tendrá
que aprender ahora a ser un modesto “hombre de familia”.
La película vuelve a tocar el
tema sobre qué es lo realmente importante en la vida: ¿el amor o el dinero?
Jack es el típico hombre ejecutivo, acostumbrado a una vida lujosa, pero
solitaria. En cambio, su nueva vida junto a Kate está lejos de esa ostentación,
pero aquí vive enamorado (o enamorándose) de su esposa y su familia, y es
admirado y querido por sus amigos y familiares por esa actitud.
En definitiva, “Hombre de
familia” es una gran película para ver en Navidad. Como anécdota, esta película
me hace recordar una frase que le escuché decir a un tío mío, sin
querer. Hablando con un amigo suyo, mi tío le dijo a ese hombre: “El dinero es
importante, pero más importante es el amor.”
Este es mi regalo de
Navidad, desocupado lector. Espero que te llegue a gustar.
