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A pocas horas de celebrar la
Noche Buena de 2015, les quiero dejar algo mío para que lo puedan leer y
compartir. Desde hace ya tres años, en una pequeña libreta negra, acostumbro
“coleccionar” frases de inspiración cristiana de hombres y mujeres que
sintieron muy de cerca el cariño de Dios y que yo las he ido encontrando a
través de mis lecturas. Estas son, pues, las que más me han gustado.
“Nada te turbe, nada te espante: Dios no se muda. La paciencia todo lo alcanza. Quien a Dios tiene, nada le falta. Solo Dios basta.” (S. Teresa de Ávila).
“Y
¿dónde estaba yo cuando me has buscado, Dios mío? ¡En el fondo del abismo! Yo
estaba allí. Y allí fue Dios a buscarme; allí me hizo escuchar su voz.” (S.
Leonardo Murialdo).
“Cristo
lo es todo para nosotros. Si quieres curar una herida, él es el médico; si
estás ardiendo en fiebre, él es la fuente; si estás oprimido por la injusticia,
él es la justicia; si tienes necesidad de ayuda, él es la fuerza; si tienes
miedo a la muerte, él es la vida; si deseas el cielo, él es el camino; si estás
en las tinieblas, él es la luz.” (S. Ambrosio).
“El verdadero templo de Cristo es el alma del
fiel: adorna este santuario, embellécelo, deposita en él tus ofrendas y recibe
a Cristo. ¿Qué sentido tiene decorar las paredes con piedras preciosas, si
Cristo muere de hambre en la persona de un pobre?” (S.
Jerónimo).
“No
desprecies a quienes están postrados, como si por eso no valieran nada.
Considera quiénes son y descubrirás cuál es su bondad: representan a la persona
del Salvador. Y así es, pues el Señor, en su bondad, les prestó su misma
persona para que, a través de ella, tengan compasión los que son duros de
corazón y enemigos de los pobres.” (S. Gregorio de Nisa).
"En los peligros, en las angustias, en las
incertidumbres, piensa en María… Si la sigues, no puedes desviarte; si la
invocas, no puedes desesperar; si piensas en ella, no puedes equivocarte. Si
ella te sostiene, no caes; si ella te protege, no tienes que temer; si ella te
guía, no te cansas; si ella te es propicia, llegarás a la meta.” (S.
Bernardo de Claraval).
“Cuánta
ofensa se le hace a Dios y a su gracia cuando se afirma sobre todo que los
pecados son castigados por su juicio, en vez de anteponer que son perdonados
por su misericordia.” (Papa Francisco).
“Dios
no nos pide nada que no nos haya dado antes. Él no es indiferente a nosotros.
Está interesado en cada uno de nosotros, nos conoce por nuestro nombre, nos
cuida y nos busca cuando lo dejamos. Cada uno de nosotros le interesa; su amor
le impide ser indiferente a lo que nos sucede.” (Papa
Francisco).
“Porque
del más chiquito y del más olvidado, tiene Dios la memoria muy reciente y muy
viva.” (Bartolomé de Las Casas).
