Luego de la gran marcha
nacional #NiUnaMenos, que convocó a miles de mujeres en todo el Perú, y que ha
sido calificada como una marcha histórica por los medios, ha sorprendido la
aparición de una nueva convocatoria, #NiUnoMenos, que ha generado las críticas
en las redes.
#NiUnoMenos se justifica a sí mismo sosteniendo que los hombres también son maltratados por las mujeres y que por ello también deben salir a las calles y alzar su voz.
Nada más estúpido. Si bien
es cierto que hay hombres que sufren el maltrato de mujeres, este se da en una
proporción significativamente menor y los casos que presentan ni si quiera alcanzan
a semejarse a los de Lady Guillén y Arlette Contreras.
Lo que sorprende de esta
convocatoria es la acogida que está teniendo en las redes y el debate que está
desatando en las mismas. Además, llama la atención los tipos de protesta que
realizan estos sujetos que, sinceramente, rayan en lo absurdo.
El Panfleto sale a hacerles
el pare (parao’ y sin polo, ctmr).
Algunas imágenes de esta “campaña”
#NiUnoMenos estaban siendo rebotadas y desataban la euforia de algunos hombres
que, incluso, se animaban a contar sus historias de “maltrato”. Sin embargo, y
felizmente, nuestros amigos de El Panfleto, hartos de tanta vaina, y a través de sus cuentas de Facebook y Twitter, salieron a
frenarlos y dejarlos en ridículo. Tío Panfle, bendíceme.
Round 1. ¡Fight!
Round 2. ¡Fight!
Round 3. ¡Finish him!
#NiUnLornaMenos.
Hasta que, hartas
de tanta estupidez, las mujeres peruanas, que un día antes habían salido a las
calles a gritar Ni Una Menos, también se tomaron el tiempo de hacerles el pare a estos "pobres hombres" que “se lamentaban” de “tanto maltrato”.
Palabras finales.
Que haya aparecido esta “campaña”
#NiUnoMenos dice mucho de lo que somos como país. Dice que existen hombres poco
solidarios ante el maltrato que recibe la mujer, dice que los valores en
nuestro país están por los suelos (no por nada se dice que el Perú es el país
de los antivalores), dice que el hombre cree que se le está maltratando igual o
peor que a la mujer cuando ello no es así ni por asomo (“muéstrame a un hombre tratado
como Arlette Contreras y hablamos”). Dice que todavía hay gente imbécil en nuestro
país y que hay gente todavía más imbécil dispuesta a seguirlos. Dice que las
mujeres aún tienen que velar por sus vidas.